Durante la pandemia de gripe porcina de 2009, Argentina tuvo dificultades para obtener las vacunas necesarias, todas ellas absorbidas por los países desarrollados. Hugo Sigman, CEO de Insud Group, accionista de varias empresas farmacéuticas locales, vio una oportunidad y en sólo tres años creó una empresa. Sinergium Biotech, había obtenido la tecnología y construido una planta industrial con capacidad para producir más de 20 millones de dosis de vacunas al año, además de ser la primera planta sudamericana con capacidad para producir anticuerpos monoclonales. ¿Cómo lo hicieron? "Una política de alianzas empresariales y asociaciones público-privadas. Las empresas aportan sus habilidades y el estado su poder adquisitivo para impulsar el desarrollo", explicó Sigman en la ceremonia de inauguración de la planta el 12 de diciembre. Por supuesto, ese poder adquisitivo estatal era una necesidad particular para impulsar el proyecto.

El acuerdo para que Novartis[el titular de la patente] accediera a transferir su tecnología era un contrato a largo plazo y así lo ofreció el Estado: la exclusividad de los suministros para las campañas contra la gripe que duraban diez años, tras una licitación que, como era de esperar, ganó Sinergium Biotech. A cambio, la empresa se compromete a suministrar vacunas al precio de referencia establecido por la Organización Panamericana de la Salud, una transferencia total de tecnología y una inversión conjunta en el país que resultó en la apertura de la planta recientemente. Así, Argentina no sólo aseguró la seguridad de la entrega de estas vacunas, sino que obtuvo la incorporación de más de 45 médicos y doctores y garantizó un ahorro de más de 42.000 millones de dólares al año en importaciones, más la nueva moneda que podría ser generada por la exportación.

"El proyecto implica la producción de 22 millones de dosis y la demanda argentina es de ocho millones, por lo que hay que exportar 14 millones", dice Abel Di Gilio, presidente de Sinergium Biotech. El proyecto consiste en tener diferentes producciones para el hemisferio norte y sur y trabajar durante seis meses, duplicando la producción. La primera vacuna disponible con la marca argentina estará en el mercado a partir de 2013, pero es de producción totalmente local a partir de 2015, cuando la fábrica tenga la capacidad de producir antígenos. "Iba a estar en 2014, pero como la tecnología acaba de cambiar de cultivos de huevos a cultivos de células, decidimos esperar para ver si podemos incorporar este último conocimiento", dice la compañía.

Para las empresas, el proyecto parece ir mejor de lo esperado. Al menos decidieron partir de un plan de inversión de 36 millones de dólares a 80 millones de dólares y una fábrica de 9.600 m2 a 20.000 m2. Además de otros proyectos no previstos: junto con Pfizer, invertirán en la producción de la vacuna neumocócica junto con PharmADN y también con el Grupo Insud. Se convertirán en los pioneros sudamericanos en la producción de anticuerpos monoclonales utilizados en diversos tratamientos oncológicos.

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