Juan Verde, codirector de la campaña política de Barack Obama y su asesor económico, sobre la sostenibilidad y la comunidad hispana. Nos contó cuáles eran los ingredientes secretos detrás del éxito de Obama en Estados Unidos y cómo fue la integración de los mismos lo que hizo que su campaña acabara con todo lo que se había visto antes.
Opinno. Una persona con tu experiencia en el mundo de la política hasta 2008, ¿cómo afrontar de repente una campaña como la que Obama propuso, que cambia todos los modelos hasta ahora?
Juan Verde. Primero, con humildad. En segundo lugar, entender que no tienes todas las respuestas y que hay personas que querían hacer las cosas de otra manera y creo que eso nos dio, (viniendo de la campaña de Hilary) mucha confianza dentro de un equipo nuevo e innovador como ellos y con un enfoque absolutamente diferente que nos hizo una opción inevitable para ellos.
O. Cambiando de una campaña a otra, ¿podría ocurrir tal situación en la política española?
J.V. Creo que es una cuestión de cultura en los Estados Unidos. Sería impensable aquí en España y en muchos otros países, el hecho de que los asesores políticos profesionales puedan cambiar de partido sin problemas, unirse y trabajar en equipo. Es un signo de humildad.
O. En algún momento después de unirse a la campaña de Obama, ¿pensó que lo que le propusieron era una locura, ya que todo lo que usted entendía que era una "campaña política" estaba completamente patas arriba?
J.V. Sí, por supuesto. De hecho, hablo de esto en mi libro, en uno de los capítulos. En gran medida, la victoria de Obama tuvo mucho que ver con el hecho de que no tenía nada que perder. Estaba dispuesto a hacer las cosas de una manera completamente diferente, empezando por él mismo. Es el gran embajador de la frase "Si quieres cambiar, cambia tú mismo". Es un innovador que ha revolucionado la política.
O. ¿Era esa otra clave para su victoria?
J.V. No puedes hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Tienen que cambiarte a ti, a tu personalidad, a tu forma de hacer las cosas, a una forma de ver el mundo y, por supuesto, esa fue, para mí, una de las claves de la victoria de Obama: la capacidad de innovar, no tanto en la comunicación, sino también en la innovación, en romper moldes, en dar oportunidades, en creer en los jóvenes....
O. Los jóvenes, muy importantes tanto en el ámbito empresarial como en el político; ¿qué ha cambiado en esta campaña con respecto a los jóvenes?
J.V. Meritocracia. No juzgar a las personas sin conocer los resultados que producen, no tildar a los jóvenes de inexpertos, sino más bien creer en ellos y apostar por ellos, y si dan resultados, recompensarlos por ello.
O. Usted innovó por primera vez, en 2008, con éxito. ¿Cómo retomó ese éxito en 2012 para asegurar que la gente siguiera creyendo en Obama y en sus promesas?
J.V. El año 2008 fue más bien una novedad, fue más bien una ilusión inyectada en el sistema, pero en 2012 fue diferente. Porque ganamos más del 80% de los voluntarios y recaudamos el doble de dinero. Por qué? Porque la segunda vez, no permitimos que la campaña fuera de 8 meses, 9 meses o incluso un evento de un año de duración. Sabíamos que el día después de las elecciones de 2008 teníamos que empezar a preparar la siguiente porque sabíamos que, en última instancia, la clave de la victoria iba a ser la movilización social.... algo que falta en España.
O. ¿Qué tan rápido se van a realizar los cambios derivados del éxito del "Método Obama" que se ha introducido en todos los partidos políticos estadounidenses?
J.V. En 2008, comenzó el cambio. En 2012, estos cambios radicales fueron vistos y no hay vuelta atrás. Es una cuestión de velocidad que aún no se ha visto.
O. Finalmente, para vincular los campos de la política y los negocios, ¿cuáles son los aspectos de la campaña de Obama que usted aplicaría a la innovación empresarial?
J.V. Primero hay que cambiar la cultura interna de la empresa o institución en la que hay que invitar a la gente a no tener miedo de innovar; la innovación debe ser parte de tu ADN. En segundo lugar, hay que creer en la meritocracia, el mérito tiene que ser el factor principal que compense a las personas que participan en ella. Y finalmente, tenga en cuenta que no sólo vale la pena tener buenas personas, sino también la capacidad tecnológica para poder utilizar los avances tecnológicos y todo lo que éstos implican.
