El sector energético es una parte clave de la economía productiva. Actualmente está sujeto a cambios importantes debido a la liberación del mercado, a controles reguladores más estrictos y al aumento de la competencia en la industria. Sin embargo, la innovación tecnológica está facilitando la aparición de nuevos modelos de negocio, como la diversificación de mercados, la optimización del consumo y de los precios de la energía, o las redes inteligentes ("una visión de lo que debería ser la red eléctrica, de la que la propia red utiliza la moderna tecnología de redes para conectar diferentes partes de la red de comunicaciones", según Network World).

Sobre esta base, existen numerosas iniciativas. Por ejemplo, IBM (International Business Machines), la séptima más grande del mundo según la revista Forbes, a través de su proyecto "Smarter Planet", reducirá su consumo de energía en un 50% en la recogida de datos mediante la creación de su Green Data Center (en colaboración con la Universidad de Syracuse). Otros como Atos, "cubre las necesidades de tres grupos de participantes en el mercado: generadores, comercializadores, comerciantes y energías renovables".

La gestión adecuada de la energía inteligente permite agilizar la recogida de datos, el ahorro de energía y una respuesta rápida a la demanda. En la lista de Forbes de las 100 empresas tecnológicas más innovadoras, siete están relacionadas con la energía:

Tabla