Por José Manuel Blanco 

Publicado Originalmente por el MIT Technology Review en Español

Los proyectos sociales atraen a emprendedores y 'start-ups', mientras existe un movimiento para que fondos de capital riesgo y aceleradoras apuesten por estas iniciativas.

A pesar de los avances de las naciones menos desarrolladas para reducir la pobreza, la ONU alerta de que "siguen existiendo desigualdades y grandes disparidades en el acceso a los servicios sanitarios y educativos y a otros bienes productivos". Para tratar de responder a estos retos, el organismo creó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pretenden eliminar estas injusticias y cuidar nuestro planeta. En este contexto, la tecnología puede ayudar a eliminar las barreras económicas, xenófobas o de acceso a servicios básicos que aumentan la brecha entre la ciudadanía.

Cada vez más, start-ups, emprendedores e instituciones aplican una tecnología más ética y responsable con una sociedad que reclama "un mayor compromiso con el impacto social positivo", según el Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo, de la fundación española Codespa. Este observatorio defiende que "las empresas no pueden permanecer ajenas ante la desigualdad" y que las tendencias tecnológicas de la actual cuarta revolución industrial "pueden utilizarse para luchar contra la exclusión y contribuir con un mayor impacto en los ODS".

Tech For Good: cómo hacer una tecnología más humana

Las soluciones para alcanzar los ODS en cuatro áreas (alimentación y agricultura; ciudades; energía y materiales; y salud y bienestar) suponen 12 billones de dólares en oportunidades de mercado de aquí a 2030, según el Informe Better Business, Better World de la Business and Sustainable Development Commission.

Una de las iniciativas que van en esta dirección es Tech For Good Madrid, que impulsa el diseño de tecnologías por parte de las empresas para solucionar retos sociales y medioambientales. El proyecto difunde ideas que impactan en la comunidad y pone en contacto a personas con la misma visión, como inversores y aceleradoras. En su primer encuentro, esta comunidad presentó a los responsables de plataformas como Lázzaro, que recauda fondos para ONG mediante blockchain, o Farmidable, que vende productos de proximidad.

TUIT ORIGINAL: https://twitter.com/louisemarliere/status/1235489242748530688

Ayudar a la sociedad desde la innovación

Las consultoras también se suman a hacer una tecnología más humana. Opinno.ORG es una iniciativa de varios trabajadores de Opinno que nació en junio de 2019 para "ayudar a que el mundo sea mejor; una pasión que se junta con el rol que Opinno puede tener en generar un impacto en la sociedad y el medioambiente", explica la consultora de Estrategia e Innovación Mariana Palacios.

Para ello, el equipo promueve el voluntariado, realiza proyectos de innovación sostenible y asesora a organizaciones sociales. "Estamos abiertos a colaborar con quienes encontremos sinergias y a aportar aún más valor uniendo todas nuestras experiencias y recursos de innovación y tecnología", cuenta la consultora de Estrategia e Innovación Claudia Azúa.

En la actualidad, Opinno trabaja con las fundaciones ONCE e Integra para reducir las desigualdades entre personas con discapacidad y ayudarlas en su inserción laboral. Gracias a la iniciativa Por Talento Digital, 30 alumnos de Madrid, Barcelona y Valencia están realizando un curso online de programación web, después de una primera fase en la que han aprendido nociones sobre C# y Java.

Opinno.ORG surgió entre conversaciones donde varios compañeros detectaron un "elemento social común" que querían impulsar, según la consultora Sara Alonso. El fundador y CEO de la empresa, Pedro Moneo, lo define como "el brazo social de Opinno": "Nuestro propósito es utilizar la innovación como herramienta de impacto para generar oportunidades para los más desfavorecidos y para contribuir a la sostenibilidad del planeta".

Prótesis baratas y 'apps' para estudiar

Usar la tecnología con el fin de reducir las desigualdades interesa a muchos emprendedores jóvenes, como demuestran cada año varios ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica de MIT Technology Review en español. En 2018, fue galardonada la mexicana Paola Villarreal gracias al proyecto Data for Justice. Mediante la visualización de datos en un mapa de Boston (Estados Unidos), Villarreal descubrió un vínculo entre los barrios con mayor proporción de habitantes no caucásicos y aquellas zonas en las que la policía detenía a más gente por posesión de marihuana o de narcóticos. La tecnología demostró que había un sesgo en los arrestos (una técnica de laboratorio de la policía fue juzgada por negligencia) y se revirtieron hasta 20.000 condenas. En la actualidad, Villarreal sigue trabajando las conexiones entre justicia, datos y desigualdad desde la Universidad de Harvard.

Otros innovadores, como el paraguayo Eric Dijkhuis y el peruano Rodrigo Salazar, destacan por usar la impresión 3D para fabricar prótesis de bajo coste, y el brasileño Matheus Goyas ha creado la aplicación AppProva para ayudar a los estudiantes de la enseñanza pública de su país a obtener los mismos resultados en la prueba de acceso a la universidad que los alumnos de la privada. También en Brasil, Michael Kapps ha desarrollado chatbots para atender consultas médicas de pacientes que no tienen acceso a los profesionales.

La tecnología facilita el acceso a la universidad y a prótesis corporales para reducir las desigualdades.

Evitar que los crímenes y las enfermedades afecten a los más vulnerables

Como Villarreal, quienes también han comprendido el poder de los macrodatos para reducir la desigualdad son ciertos organismos internacionales y universidades.

Data-Pop Alliance es un proyecto del MIT y la Universidad de Harvard, entre otras instituciones. En él, activistas e investigadores trabajan usando el big data para mejorar la vida de las personas. Entre sus proyectos se encuentra OPAL (Open Algorithms, 'Algoritmos abiertos' en castellano), que usa fuentes de datos y encuestas sobre percepción de seguridad para detectar y prevenir los crímenes en Colombia.

 

 

Con la tecnología en el punto de mira por la recogida de datos que hacen las empresas o los efectos negativos que pueda tener en nuestra vida personal y social, hay proyectos que la usan para acabar con las desigualdades económicas y sociales. "Si tenemos la capacidad de aportar valor mediante la innovación y la tecnología al sector privado, también podemos hacerlo para colectivos menos favorecidos", opina el consultor de Estrategia Alejandro Rodríguez, otro de los miembros del Opinno.ORG. En definitiva, la tecnología está a nuestra disposición para hacer un mundo más justo e igualitario.

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