Opinno Collaborator 

Por Sonia Pacheco, Congress Director DES | Digital Business World Congress 

El 24 de mayo de 2019, una fila luminosa y ordenada de objetos atravesaba el cielo. Un testigo con- templaba atónito la escena y empezó a grabar sin saber muy bien qué estaba observando ¿de qué se trataba? 

La respuesta reside en Space X, el unicornio espacial de Elon Musk cuya valoración supera los 30 mil millones de dólares. Bajo su sello su sello StarLink habían lanzado sesenta satélites a la vez para situarlos en órbita LEO (‘Low Earth Orbit’). La idea de este lanzamiento masivo, entre otras, ofrecer conectividad low-cost a zonas que en la actualidad no disponen de ella. 

Si hablamos de conectividad, no podemos evitar pensar en la enorme oportunidad que ofrece África como región no conectada, sin embargo sólo en Estados Unidos más de 44 millones de personas se consideran “unconnected”, unos 625 millones en el este de Asia y 25 millones en el sur de Europa, por poner varios ejemplos. Musk, lo tiene claro. El 7 de enero volvió a repetir un nuevo lanzamiento de 60 satélites situándolos a 550 kms. de la Tierra, donde ya suman 180 con vistas a su objetivo de tener 42000 en las próxima década. Satélites a todo gas y en tiempo record, para aventajar a sus competi- dores. 

Algo está pasando en la industria del espacio, las agencias espaciales como NASA, ESA, ROSCOS- MOS, JAXA y en definitiva los más de 75 países que en la actualidad tienen operaciones en el espacio ya no están solos. En este momento la puertas a empresas privadas están abiertas, Blue Origin, la apuesta más personal de Jeff Bezos y su gran apuesta ‘Proyecto Kuiper’, la mencionada Space X con StarLink, OneWeb, Virgin Orbit, Planet, Rocket Lab y muchas otras están contribuyendo a crear un ecosistema jugoso y de gran impacto a futuro que pasa por crear nuevos productos y servicios como es la conectividad entre otras, lo que deriva en una demanda de construcción de infraestructuras desde creación de plataformas de lanzamiento, vehículos de exploración, pasando por mini-satélites, la extracción minera espacial para buscar nuevos recursos y los ya míticos viajes turísticos espacia- les, por poner algunos ejemplos. 

Según Space Foundation hace una década las inversiones en space economy eran de unos 175 mil millones de dólares y el año pasado supusieron 415 mil millones, con un incremento de más del 7% de producción de dispositivos espaciales (diferentes tipos de infraestructuras). Lo cuál nos da una idea del crecimiento tan espectacular que está viviendo el sector. Estados Unidos, como otros mercados tecnológicos una vez más lidera el mercado y las inversiones. 

En estos 63 años de carrera espacial, se han contabilizado más de 5250 lanzamientos, con un total de 62.000 objetos lanzados a lo que en 1967 se declaró ‘la provincia de toda la humanidad’ (‘province of all mankind’), es decir, el espacio. Esto, no olvidemos, ha creado un problema invisible en nuestro humilde y terrenal día a día, pero que puede empezar a afectarnos, ya que tenemos 8.000 toneladas de objetos orbitando por encima de nosotros. Desde 2015 el número de satélites activos orbitando se ha incrementando en 2/3, siendo muchos de ellos mini - satélites privados. Pero que no cunda el pánico, el riesgo no radica en nuestra seguridad. 

Space derbis

Según UNOOSA, organismo de la ONU encargado de los Asuntos del Espacio Exterior, en este momento hay más de 23.000 objetos en órbita, de los que sólo unos aproximadamente 2.000 serían satéli- tes, el resto, escombro espacial. Esto representa una amenaza y un riesgo considerable de choque para los dispositivos actuales y futuros, los que nos ayudan en nuestro día a día con nuestras telecomunicaciones, televisión, predicción del tiempo, avances científicos y desastres y por supuesto la ya imprescindible para todos, geolocalización, sin olvidar la de, quizás, mayor importancia estratégica, la de uso militar. 

Ya en febrero de 2009 hubo uno accidental entre dos satélites Iridium 33 (EEUU) y Kosmos 2251 (Rusia), generando 2.200 escombros de tamaño considerable y muchos otros de menor tamaño cuyos restos se dispersaron en Siberia. Y estos riesgos, según la IADC (Inter-Agency Space Debris Coordination Commit- tee) van a crecer exponencialmente a medida que se lancen y colisionen en órbita más y más objetos. 

Hay que sumar además que se calculan hay unos 750.000 restos de menos de un centímetro y 170 millo- nes no más grandes 1 un milímetro. Por lo que, Houston, tenemos un problema comercial por posibles impactos, pero también un nuevo negocio a la vista: limpiar el espacio. 

Ante nosotros una década sideralmente emocionante, con grandes oportunidades por delante gracias a la gran democratización de la tecnología y con la vista puesta en los billionarios Musk, Branson y Bezos, con sus planes de lanzamientos masivos e ideas de colonización de planetas a medida. Una nueva conquista del espacio 5.0, a golpe de app.

 

Sonia

Collaborator’s Bio 

Sonia Pacheco, lidera el programa de uno de los congresos más importantes en cuanto a Negocio Digital y Tecnología de Europa: DES | Digital Enterprise Show. Habiendo podido contribuir significativamente a crear y consolidar una de las principales plataformas globales de network, conocimiento y deal-making tecnológico. DES es visitado por 26.000 personas de 51 países, contando en cada edición con más de 500 ponentes internacionales. Ha sido además emprende- dora digital en el ámbito de tecnologías IA, con empresa asociada Parque Científico de Madrid. Es además divulga- dora en el ámbito del sector digital en medios de comunica- ción y colaboradora en varios programas y escuelas de negocio. 

Sonia Pacheco es Master en Turismo por la Universidad Wroclaw (Polonia) y Executive Master Digital Business por ESADE Business School