En los últimos 10 años, la carrera por diseñar Ciudades Inteligentes, sostenibles, automatizadas, capaces de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos, abrió el grifo que inundó todo con más dispositivos, más sensores, más algoritmos y más conexiones para hacer que los sistemas manuales, sordos y mudos se volvieran inteligentes.

A pesar de todo ese esfuerzo, las proyecciones siguen siendo alarmantes, ya que se estima que 3.5 mil millones de personas vivirán en condiciones de miseria o con acceso limitado a infraestructura convencional como cloacas, energía, atención médica o educación.

Según Kent Larson, director del grupo de investigación City Science en el MIT Media Lab, y una de las personas que más ha contribuido a construir Ciudades Inteligentes, “no vamos a resolver los grandes desafíos que enfrenta la humanidad simplemente haciendo más eficientes los sistemas que ya existen, necesitamos diseñar un cambio desde las bases de los sistemas.”.

Para esto, propone que en vez de crear ciudades con MÁS (sensores, conexiones, dispositivos, etc), busquemos construir ciudades SIN; por ejemplo: sistemas sanitarios sin cloacas, electricidad sin redes eléctricas, movilidad sin coches, edificios sin construcciones.

Y la idea de Ciudades SIN va más alla: podríamos proponer Gobiernos sin burócratas? qué tal fomentar el aprendizaje sin escuelas, o salud sin hospitales?

Cecilia Nicolini, representando el Opinno Research Center, se unió a la conversación junto a más mentes brillantes en el City Science Summit en Hamburgo, para explorar un futuro SIN sistemas que son o serán obsoletos en poco tiempo.

Los temas tratados fueron:

-Urbanización extrema. Para 2050, el 68% de la población será urbana, lo que significa que la mayor parte del crecimiento de la población mundial, la creación de riqueza, la innovación, el consumo de energía y la generación de CO2 se concentrarán en las ciudades. El desarrollo de las ciudades en los próximos 20 años determinará en gran medida nuestra capacidad para abordar los grandes desafíos sociales de nuestra era, desde el cambio climático hasta la salud pública.

-Sistemas autónomos ubicuos. Si bien la tecnología de “ciudad inteligente” puede ser útil, se centra principalmente en la optimización de los sistemas existentes. Sin embargo, la tecnología emergente promete transformar fundamentalmente casi todos los aspectos de cómo vivimos, trabajamos, aprendemos, producimos, nos movemos y consumimos, y requiere no solo mejoras tecnológicas sino también un gran cambio en la mentalidad global.

Y a ti como lector, te dejamos esta pregunta que puedes responder en los comentarios: ¿Qué sistema, modelo o método ves que está totalmente asimilado y enraizado en las bases de nuestras ciudades pero que, en realidad, y viéndolo desde esta nueva perspectiva, ya no sólo no es útil, sino que contribuye a los serios problemas que enfrenta la humanidad? ¿Cómo lo reemplazarías?

Te dejamos un poco más de inspiración con este video del City Science Summit 2019.