El mundo cambia rápidamente y nuestras necesidades como usuarios, clientes y/o empleados evolucionan a un paso acelerado. Por esta razón, sólo destacarán las empresas que sean capaces no sólo de innovar y cultivar el conocimiento que se desprende de ese proceso, sino también de su capacidad para compartir ese conocimiento dentro y fuera de su organización y aumentar así su eficiencia de forma exponencial.

La gestión del conocimiento (Knowledge Management,o KM, en inglés) es una responsabilidad concreta dentro de empresas y organizaciones. La principal tarea de un/a Gerente del Conocimiento es promover la generación, coordinación y difusión de esta riqueza intangible que agrega valor, prestigio y credibilidad a las organizaciones. Y también es su función buscar medios eficientes de controlar y supervisar la transferencia y la utilización de la información dentro y entre organizaciones.

Las instituciones públicas, las organizaciones que diseñan políticas y regulaciones para cuidar al ciudadano de a pie, deben prepararse más que nunca para crear políticas coherentes en un entorno de cambio constante. Y es allí donde el intercambio de conocimiento se vuelve de vital importancia para robustecer el proceso de creación de normas públicas.

Un manejo del conocimiento eficiente es esencial para modernizar, por ejemplo, la manera en la que la Comisión Europea opera. Uno de sus principales desafíos es conectar nodos de información y aprovechar el conocimiento de manera eficiente. La creciente avalancha de datos e información disponibles requieren una capacidad cada vez mayor de mapear, revisar, analizar y condensar el mejor conocimiento disponible en apoyo de las políticas de la UE.

KM priorities

Durante el Knowledge Week Conference celebrado en Bruselas a principios de este mes, Cecilia Nicolini, Directora del Opinno Research Center y Fellow del MIT Center for Collective Intelligence, fue parte de la conversación sobre cómo gestionar el conocimiento para dar respuesta a asuntos emergentes desde la creación de políticas públicas. Dentro de esa conversación estuvieron Eric Tsui, (Hong-Kong Polytechnic University), Alberto Lizzi (United Nations Development Programme), María de Kleijn (Elsevier), Catherine Gerth (Nato) and Pascal Saura (World Bank Group).

Las conclusiones más destacadas de esta charla:

-Aunque el conocimiento sigue siendo el único recurso infinitamente renovable en la organización, las disciplinas de valor tradicionales que persiguen las organizaciones y las sociedades han sido desafiadas vigorosamente.

-El valor generalmente se crea mediante el intercambio de datos e información.

-Las personas y las computadoras pueden conectarse para que, colectivamente, actúen de manera más inteligente que cualquier otra persona, grupo o computadora, para tomar mejores decisiones y encontrar nuevos caminos para resolver problemas.

-Aunque la digitalización por sí sola no cambia las reglas del juego, lo que sí es un punto de quiebre es la combinación correcta de digitalización con conocimiento y tecnologías.